NO HAY UN ÚNICO, HAY REALES
Continúa la lucha por la ley que unifique los talles a nivel Nacional
Tras catorce leyes vigentes, entre regionales y provinciales, acerca de la inclusión y diversidad de talles, esta aún continúa siendo una problemática entre los consumidores de indumentaria en Argentina.
Cronología
La Provincia de Buenos Aires tiene la ley más antigua, aprobada en 2001 y reglamentada en 2005, pero más del 75 % de las marcas no la respeta.
También se promulgó, en 2009, la Ley de Talles de la Ciudad de Buenos Aires, que es muy completa porque incluye todos los talles, del 36 al 50, tanto de mujeres como de varones, y para todas las edades. Lamentablemente, la reglamentación desvirtúa el propósito de la ley, por lo cual se está pidiendo su inconstitucionalidad. Por otro lado, también en 2009, una ley nacional logró media sanción en Diputados pero perdió estado parlamentario en Senado.
En el resto del país la situación es diferente, Santa Fe, Entre Ríos, Santa Cruz, la ciudad de Santa Rosa en La Pampa y la ciudad de Córdoba ya tienen su propia ley de talles.
En marzo de este año, en el Senado, se dio media sanción por unanimidad al Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles, que busca determinar, mediante un estudio antropométrico, cómo es el cuerpo de los argentinos y poder, a partir de allí, obtener las medidas corporales que permitan salir de la escala de talles únicos o estándar (S-M-L) que no contemplan los cuerpos reales; y que respondan a los intereses de la industria textil que reclama que no hay variedad de talles debido a que en el país no hay fondos suficientes como para producirlos.
En un mundo donde la lucha por la inclusión es protagónica de este siglo, aún hay sectores que no ceden ante ello. Las marcas diseñan para un solo target: la mujer ideal, optan por fabricar pocos talles, entre el 38 y el 42. De todas formas, comenzó a cumplirse con el etiquetado según la norma IRAM 75.310, que dispone como talles obligatorios desde el 38 al 48, suprimiéndose las definiciones S, M, L y XL, o en su defecto 1, 2 y 3. Aún así, la tabla de talles de IRAM se basa en la población europea y ha sido comprobado que no corresponde a las medidas de los cuerpos argentinos. Por lo tanto se recomienda regirse por el estudio antropométrico del INTI (Instituto Nacional
de Tecnología Industrial).
Las personas, sobre todo los adolescentes que son el sector más afectado, tienen la idea errónea de ellos son los que deben adaptarse a las prendas cuando en realidad es que debería haber un mercado capaz de ofrecer una amplia variedad de talles y modelos para todos los cuerpos. Frases como "Tranquilo/a, cede", "Se usa ajustadito", "Es talle único" son comúnmente escuchadas a la hora de comprar una prenda.
Con esto, las industrias promueven una imagen de belleza estandarizada la cual atenta directamente contra estos grupos convenciéndolos de que su deber es encajar en ella ya que exclusivamente se produce para un único modelo y tamaño de cuerpo.
Muchas empresas se excusan por supuestos problemas económicos para cumplir con la ley. Sus argumentos plantean que les resulta más caro fabricar talles grandes, que no se amoldan a sus diseños, que en el país no se cuenta con una moldería para esas proporciones, que es muy difícil unificar los talles por no existir un análisis antropométrico de la mujer argentina. Sin embargo, las marcas que confeccionan talles grandes confirman que los problemas económicos no son reales, utilizar unos pocos centímetros más de tela no tienen incidencia significativa en la inversión.
Esta situación causa dos problemas fundamentales que los proyectos vigentes pretenden combatir: El primero es el incremento de enfermedades y desórdenes alimenticios que se generan en los consumidores de ropa, entre los cuales se destacan las mujeres adolescentes. Según una encuesta de la organización Anybody, el 65 por ciento de las personas tienen dificultad para conseguir ropa adecuada a su talle. De esa proporción, el porcentaje llega a 95 por ciento cuando se trata de prendas femeninas, sobre todo en mujeres de entre 18 y 34 años.
Hoy en día el E-commerce (comercio online) es uno de los principales medios de
ventas de las marcas, es por eso que es necesario que quien sea talle 42 sea 42 para todas las marcas. A veces el talle de una marca no es el mismo que en otra, por lo cual cada portal cuenta con su propia tabla de talles diferentes entre sí.
AnyBody Argentina - ONG
En nuestro país, el colectivo AnyBody Argentina es parte del movimiento global Cuerpos en riesgo de extinción, actualmente compuesto por ocho regiones además de Buenos Aires: Londres, Nueva York, Sidney, Alemania, Sao Paulo, Irlanda y Nueva Zelanda.
Con una sede en Buenos Aires, dicho colectivo está comprometido a transformar la cultura visual actual y la sociedad para incluir a la gran diversidad de cuerpos. Uno de los objetivos principales de su trabajo ha consistido en promover el cumplimiento de la Ley de Talles, para que toda persona en el país pueda comprar ropa de moda con facilidad y sin prejuicios sobre su cuerpo.
Un objetivo principal es establecer una Ley de talles unificada y nacional. Mientras que no se cuente con una Ley de talles nacional, crearon un Directorio de Marcas de Indumentaria con marcas de indumentaria nacionales y locales que muestren el compromiso de ofrecer a su clientela una amplia variedad de talles.
Por Lola González
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