Desde hace tiempo hay grandes debates acerca de estos endulzantes, sobre sus efectos, sus pros y sus contras. El azúcar es un endulzante natural el cual es considerado, tanto por los que son profesionales en el tema como por los que no, un alimento bastante negativo para la salud; y los edulcorantes tienen mala fama porque en su mayoría son sintéticos. Entonces a la hora de endulzar una comida, ¿qué opciones tenemos si queremos mantenernos saludables?
Primero hablemos del azúcar. Hay ciertos datos interesantes acerca de este endulzante. Su nombre real es Sacarosa y es extraída principalmente de la caña de azúcar y la remolacha (en menor medida), y en el ámbito industrial (la que consumimos diariamente) se denomina así a un conjunto de diferentes sustancias dulces que en su extensión son consideradas como hidratos de carbono. La usamos pura, en forma de caramelo, en postres, natural, sintetizada, en bebidas y en muchos otros productos alimenticios, como casi cualquiera que encuentres en un kiosco. En definitiva, es un producto frecuentemente utilizado tanto en el ámbito familiar y casero, como en la industria alimenticia. A pesar de su amplio uso y elevado consumo, nutricionalmente no es un alimento saludable. Esto es algo que mucha gente sabe pero de todas formas ignora, sobre todo porque no encuentra otra alternativa. El sabor que le da a los alimentos es simplemente adictivo, de hecho hay estudios que dicen que a los niños que se les dieron muchos dulces industriales desde muy pequeños tienden a desarrollar un "paladar dulce". Esto significa que su paladar se acostumbra a niveles de dulzura antinaturales. Así es como después encuentran el dulzor natural de las frutas y verduras casi insípido. Se vuelve de alguna manera dependientes de un nivel de azúcar mayor para satisfacer sus gustos. Ahora bien, ¿por qué es tan malo el azúcar? Principalmente porque aporta en una dieta promedio niveles calóricos enormes, pero no aporta ningún mineral o vitamina, por lo tanto su valor nutricional es ínfimo. A esto se le llama "caloría vacía", ya que su utilidad es nula. Se habla de que el azúcar es el causante de los altos y crecientes niveles de obesidad en el mundo. Muchísimos de los productos elaborados en la industria lo contienen en grandes cantidades. Golosinas, postres, bebidas gasificadas como la Coca Cola y bebidas como jugos y demás, son algunos de los ejemplos que nos dicen cómo el azúcar se usa y se consume de una manera impresionante. Todos hemos, alguna vez, tomado una Coca, pero nunca nos paramos a pensar en cómo afecta nuestra salud.
El azúcar tiene muchos efectos negativos sobre nuestro cuerpo. Fisiológicamente, tiene influencias sobre nuestra presión arterial y aumenta el riesgo de una muerte por alguna enfermedad cardiovascular. Estimula la aparición de caries dental, y de obesidad por su gran valor calórico; al no aportar vitaminas ni minerales, los alimentos que lo contienen en grandes cantidades tampoco los aportarán. Además pueden generar una resistencia a la insulina, predisponiendo a la aparición de diabetes mellitus tipo 2, enfermedad que en la actualidad crece cada vez más en la población global occidental, por sus dietas altamente calóricas y poca actividad física. Se ha demostrado que este tipo de diabetes es un factor de riesgo en la aparición del Alzheimer.
Ahora que ya hablamos de lo malo que es el azúcar, nos tocan sus reemplazos, los llamados edulcorantes. Primero definamos esta palabra. Cualquier sustancia que edulcora, o sea que endulza, es un edulcorante, por lo tanto, el azúcar también lo es. Aún así, popularmente la usamos para hablar de las sustancias que buscan reemplazarlo, como la miel. Pero detengámonos en los endulzantes de bajo nivel calórico, que en su mayoría son artificiales. Esta última característica les da un mal nombre en la sociedad. "Son artificiales, deben ser peores que el azúcar, que es natural", "lo natural es siempre mejor", "son cancerígenos" (cosa que no es así). Estas creencias populares están desmentidas por la misma OMS, que realiza minuciosos estudios y regulaciones a cualquier endulzante que sale al mercado. Lo que sucede con éstos es que la sensación dulce es diferente a la de la Sacarosa (a la cual ya estamos acostumbrados) y por eso muchas veces no son de nuestro agrado.
En conclusión, es simple, el azúcar produce un sabor muy distintivo y único, pero tiene grandes efectos negativos en la salud. Como reemplazo, existen ciertos edulcorantes que también endulzan y tienen muchas menos calorías y son menos nocivos, pero dan un sabor diferente. Cada uno elige qué consumir. Como recomendación personal, yo digo que intenten dejar de lado el uso diario de azúcar y consumir menos productos que la contengan en grandes cantidades, sobre todo las bebidas. Uno no se da cuenta de que al consumirlas estamos adquiriendo muchas calorías. Si su vida no puede despegarse del dulce, recomiendo la Stevia como reemplazo principal. Es fácil de conseguir, de origen natural (viene de una hierba) y también endulza, a su manera.
de Tomás Valentín Mormann
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