La desaparición de los libros y la lectura en el tiempo
Con el avance de la tecnología se fue perdiendo la maravillosa costumbre de la lectura y en parte, la venta de libros en el tradicional formato papel.
La lectura es un hábito que
suele adquirirse a temprana edad y si un niño no cuenta con la influencia de
sus padres o maestros, es probable que la sociedad, la televisión y la
tecnología, le obstaculicen el camino de la lectura.
¿Quiénes son los responsables de que esto suceda? La respuesta, en mi opinión, es única, la responsabilidad es de nosotros mismos. No solo dejamos de fomentar la importancia de la lectura, sino que también, gran parte de quienes han mantenido la costumbre de leer, han optado por hacerlo desde dispositivos electrónicos.
La tecnología ha brindado la posibilidad de un dispositivo electrónico en el cual se descarguen todos los ejemplares que uno desee, dejando de lado así, el libro en formato papel.
Muchos aseguran que los libros no desaparecerán, pero si analizamos nuestro pasado no tan lejano, ¿qué ha sucedido con las revistas, las cartas y los periódicos? Ya casi no se utilizan y su costumbre de leerlos se ha perdido y a sido reemplazada por la tecnología.
La ventaja de los libros impresos radica en la comodidad de lectura, frente a la incomodidad de leer un documento extenso en una pantalla, pero por otra parte, se han conocido estudios donde la mayoría de los compradores de libros en formato digital son los adultos con la justificación de que pueden agrandar la letra.
Sin embargo, algo que van a comprender únicamente los amantes de los libros, es la diferencia entre la lectura de forma digital y el contacto entre el lector y el papel. Se puede leer en cualquier lugar, sin la necesidad de baterías, se puede guardar por años, volver a leerlo y que con él surjan hermosos recuerdos.
Si dejamos de lado el formato en el que se lee un texto, tendríamos que enfocarnos plenamente en la lectura en sí. Los adolescentes han perdido el hábito de leer por placer. Muy pocos lo toman como una alternativa antes de pasar tiempo con su celular o dispositivo electrónico. Si no son libros escolares, es decir, una lectura obligada, los niños prefieren pasar su tiempo libre con la tecnología. Sucede también con los adultos, la principal diferencia es que quienes estaban acostumbrados a leer desde chicos, lo seguirán haciendo, aunque sea en menor medida.
No podemos pretender que la
escuela genere en los niños y adolescentes la pasión por los libros, ya que no
siempre van a ser de su interés, y cada uno debe encontrar el estilo de lectura
que le genere interés.
La falta de hábitos de lectura tiene repercusiones que van más allá del abandono de textos literarios. La mala ortografía, la falta de cultura, la falta de habilidad para crear argumentos y defender posiciones y la evidente pérdida de habilidades comunicativas, son las principales consecuencias de no leer regularmente.
La falta de hábitos de lectura tiene repercusiones que van más allá del abandono de textos literarios. La mala ortografía, la falta de cultura, la falta de habilidad para crear argumentos y defender posiciones y la evidente pérdida de habilidades comunicativas, son las principales consecuencias de no leer regularmente.
Realizamos una entrevista al
profesor de Literatura del Colegio Lincoln de La Plata, Martín Errecalde, quien nos dio su
opinión sobre el tema:
No me preocupa tanto el libro en formato papel, porque obviamente las nuevas tecnologías conllevan estos nuevos formatos que de cualquier forma, nunca van a llegar a matar la idea del libro original. Más allá de que ahora inclusive en el mercado, cuando sale un libro impreso también sale su versión en digital. Nunca se ha dejado, salvo en pocos casos, de imprimir, sí se ha lanzado en forma digital también para abaratar costos.
No creo que el libro digital
ni ningún otro que pueda venir pueda matar la idea de libro, por otra cuestión
esencial es el tema de la conservación, si bien es papel y el papel con el
tiempo se puede desarmar o deshacer, los libros bien conservadas son una
herramienta más segura que el libro en formato electrónico que ante una
eventualidad de por ejemplo tormenta solar (en un plano de ciencia ficción),
que afecte a todo el mundo, ¿sabés cuántos discos rígidos de cuántas
computadoras y cuántas digitalizaciones se borrarían, dejarían de existir? Por
eso creo que es otra de las cosas por las que el libro no ha perdido su forma
original, ni la va a perder.
Sí, es más preocupante la
falta de la lectura, que se ve en el libro Fahrenheit 451. La
lectura conlleva un esfuerzo mental que la tecnología entorpece porque te
brinda todo servido. La literatura digital es mucho más sencilla de leer, sobre todo a comparación
del texto literario, que es el más difícil de comprender. Si uno maneja el texto en papel puede manejar el resto.
La tecnología nos juega en contra por esa cuestión de lo que decía Bradbury en Fahrenheit, la simplificación, necesitás trabajar menos con el cerebro, gente que está muy cansada porque trabajó todo el día entonces prefiere ponerse frente a la pantalla de un televisor o de una computadora que sentarse a leer.
Por Camila Mercuri
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