Redes Sociales y dependencia

Enredados entre las nubes

Cómo las redes provocan dependencia y alejamiento de las relaciones directas transformándolas en virtuales

Estar pendientes casi de manera obsesiva de la vida de los demás puede convertirse en un grave problema. Hoy en día, Internet es una herramienta indispensable que ofrece una respuesta rápida, con alternativas, conceptos, e ideas inmediatas promoviendo una interactividad con los pares.

En un principio, su uso es positivo porque fomenta la conexión, comunica de forma individual y de manera masiva en torno a temas de interés social, es una fuente de entretenimiento que te permite acceder a todo tipo de contenidos con facilidad y rapidez.

Por otro lado, el uso de las mismas en exceso produce un abuso de las redes sociales ya que provocan alejamiento social, nos exhibimos como nos gusta rompiendo con nuestra privacidad, dando lugar a la charla de rumores viralizados que pueden finalizar como un error.

Estos espacios son gratuitos y libres permitiendo que los usuarios puedan sentirse a tono con sus deseos poniendo en sus perfiles una realidad que les satisface, aunque no siempre se vea correspondida con la realidad porque retratan permanentes momentos de situaciones estéticas que no son representativas en sus vidas. Las redes generan un espacio de aprobación y/o aceptación causando la necesidad de obtener cierto estatus, liderazgo y prestigio.

Del otro lado, al mismo tiempo otras personas responden a estos estímulos de manera diferenciada, por un lado, están los que retroalimentan con comentarios positivos, gestos de aprobación y difusión multiplicando su efecto; eventualmente están los críticos que aparecen con el encuentro de situaciones personales con pensamientos religiosos, políticos, deportivos o todo motivo pasional. Por último, existe un grupo mayoritario de observadores anónimos que miran y forman sus propias conclusiones. Entre estos se encuentran tres tipos: los que observan conformes, a los que les es indiferente y aquellos que creen no pertenecer.

Las redes y sus efectos opuestos

Como explica la psicóloga española Ciara Molina, Las redes sociales han supuesto para mí un impulso y una nueva manera de trabajar la psicología.

En un mercado laboral deprimido, como el que hemos tenido en los últimos años, las redes sociales me han acercado al malestar emocional de la gente, de una forma sencilla y cercana, y han sido unas grandes aliadas en la relación psicólogo-paciente, ya que aquella persona que ha decidido buscar ayuda ha podido ver como trabajo la gestión emocional día a día en redes como Facebook, Twitter, Instagram o Pinterest.

Por tanto, se crea una empatía y confianza previa a las sesiones online (mail, chat o videoconferencia) con la que no se cuenta en caso de ir a una sesión presencial, ya que, en este último caso, la primera vez que vemos a nuestro psicólogo es el primer día de terapia.

Desde mi experiencia con las redes, reconozco que le dedico mas tiempo del que debería, que hoy en día para los adolescentes es indispensable sentirse aceptados y responder de manera correcta a los estimulos que se presentan, como tambien retroalimentarlos contestanto historias, dando "me gusta" y comentando las publicaciones de otros. Me parece a su vez que es una gran herramienta de comunicación de donde podemos formar relaciones virtuales y buenos espacios de entretenimiento.

Por último, retomamos las interesantes recomendaciones de la psicóloga Adriana Guraieb. Estos son sus consejos para no convertirse en adicto a las redes: 

-        No hacer de ninguna red social una página de inicio.

•                  Tratar de no estar pendiente de los demás
•     No actualizar permanentemente las redes sociales con fotos y videos
•          Hacer un paréntesis y por un tiempo no consultar las redes
•           No quitar de la rutina horas del sueño, distracciones, salidas o deportes

Por Pilar Tojo